No tenía miedo a las dificultades: lo que la asustaba era la obligación de tener que escoger un camino. Escoger un camino significaba abandonar otros.

martes, 8 de enero de 2008

Lo más raro me pasó anoche cuando trataba de dormir. Cuando ya me rendía al cansancio de mis ojos, los cerré y dejé q mi mente se libere al sueño. Panza abajo, mi consciente e inconsciente se empezaron a confundir; imágenes y sensaciones se cruzaban, casi sin sentido cuando de pronto sentí un electroshock! Fue como q un rayo entrara x las yemas de mis dedos! Abrí los ojos repentinamente, para darme cuenta q seguía en esa cama extraña en la cual me sentía tan bien. Con los ojos abiertos, me dí vuelta y miré al techo. Sin darme cuenta, caían de nuevo mis párpados en un segundo intento de dormir. Otra vez esas imágenes, sólo q esta vez era temático: recuerdos, y busqué los felices. Apenas empezaron a aparecer y tenía una sensación de seguridad, empecé a escuchar un débil zumbido q rápidamente se convirtió en un agudo ensordecedor chillido. Volví a abrir los ojos. ¿Qué estaba pasando?
En la cama de al lado, mi amiga intentaba dormir, pero no por eso dejé de contarle eso q me pasaba. Al contar el segundo extraño acontecimiento, me respondió con voz cansada "estás rara...". En su voz medio ida, sentí q ella también estaba confundida entre consciente e inconsciente.
Sin pensarlo esta vez, cansada, un poco acelerada y confundida, mi cuerpo hizo la labor de relajarse y dejarme dormir.

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